Era una noche cualquiera. Ella me llenó de ilusión con solo un beso en aquella camioneta que tanto me gustaba..
Pasaron los años y la fui amando, de prisa y sin pausas. Amé sus defectos, me volví adicto a ella, a su boca y a su piel. Me volví adicto a la idea de permanecer a su lado siempre, de ser su hombre por siempre.
No fui su primer amor ni ella el mío, Pero si el mas grande y el mas fuerte, al igual que ella lo fue para mí.
De pronto algo cambió. Ahora solo soy para ella una historia mas en el libro de su vida y ella es para mi la única mujer a la que quiero cuidar y amar por siempre.
Hoy tuve el valor de no escribirle, no se cuanto mas soporte, pero ya van algunas horas. Prefiero desahogar mis sentimientos en este viejo blog que perder mi dignidad al escribirle un simple "como estás?", aunque me esté muriendo por saber de ella.
Aprendí a amarla, ahora debo aprender a amarme a mi mismo. No se cuanto dolor mas tengo que soportar para entender que ya no está, que no va a volver y no quiere volver.
Me queda claro que debo darle libertad de hacer lo que quiera, aunque lo que haga esté mal, de estar con quien quiera, aunque esté con la persona incorrecta, al fin de cuentas yo fui su libertad y ella la mía, yo fui su hombre incorrecto y ella mi mujer incorrecta. Si me quiere en su vida ella se va acercar y si no, pues definitivamente se marchó.
Yo estoy rendido. Esperando a que me escriba si quiera un punto, a que me envíe un mensaje vacío, en blanco. Solo quiero saber que existe y que no fue un sueño el que la tuve. Y amarla hasta el fin de mis días.
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