miércoles, 16 de marzo de 2011

Vagando por la obscuridad


Marius desperto de nuevo a las 3:00 de la mañana, noto que su ropa interior estaba humeda consecuencia de ese sueño erotico donde se tiraba nuevamente a la despachadora de la farmacia de al lado.


Joder, el sueño se a ido por completo. Tomo la botella de Jhonnie Walker cuyo contenido estaba por debajo de la mitad y de dos sorbos hirvientes y devastadores dio muerte a dicho licor de vida.


Tomo un viejo abrigo que habia adquirido en los expendios de ropa de segunda mano, anque este puto abrigo parecia de quinta y salio a caminar por el bosque. Camino y camino con dolor en el corazon, un dolor que nacia en la boca de su estomago y recorria sus entrañas hasta posarce en su corazon, ese puto dolor que se siente cuando amas a alguien chingado.


Luego de una hora por la fria y humeda noche, encontro un arbol. Marius eligio una rama , una buena rama, gruesa, de corteza aspera como la piel del anciano que vive debajo del puente.


Quito el cinturon de su pantalon y le dio una vuelta a la rama con el, penso -Dios , maldito whisky escoces de mierda, te has convertido en mi verdugo.


Luego metio su cabeza en el circulo, circulo de muerte y dolor que acabaria con su miserable vida.


Al tener todo listo, miro hacia el cielo y con un profundo suspiro se dejo caer. Los ojos apunto de estallar por la fuerte presion, la jodida manzana de adan se habia convertido en pure de manzana para bebes y su miserable vida se desmoronaba dando fin a ese maldito mundo. En ese preciso momento, la rama se rompe dejando caer a Marius al suelo golpeando su cabeza sobre una afilada roca que rasgo su carne dejando al descubierto su craneo.


Inconciente, bañado de sangre y devastado por dentro, escuho a la lejania ruidos de cascos, ruidos de pezuñas de animales. Joder - desperto por fin y se percato de que una pareja de caballos en celo lo habian precenciado todo. El caballo macho, negro como la misma noche y miradas profundas y enrabiadas como el mismo demonio se acerco a Marius.


Marius trato de uir pero habia perdido mucha sangre y su debil cuerpo cayo al suelo nuevamente, diviso a escasos 10 centimetros de su mano aquella piedra que minutos antes la partiria la cabeza y de un golpe fuerte y certero golpeo a la bestia haciendolo correr despavorido por la obscuridad.



-Maldito seas Marius

-Madita sea mi vida

-Maldita la madre que me pario

-Maldito sea yo



Gritos y llantos desgarrados y llenos de sufrimiento inundaban el ambiente de aquella noche fria en la desquebrajada vida de Marius.

Por su torcida mente pasaba la realidad que no servia si quiera para morir, no pudo siquiera morir.


Con el pecho lleno de dolor tomo el camino de regreso a casa.



-Creo que me masturbare, es la unica forma de tenerte maldita despachadora de pildoras del dia siguiente, cerrare mis ojos y pensare que tomo por el culo, maldita despachadora de viagra.



Al terminar de liberar su furia y su pasion en su miembro, sintio ganas de llorar, ganas de morir.

Entro a su habitacion impregnada de alcohol y cigarillo cuando debajo de sus sabanas se levanta la despachadora de farmacia y le dice: Donde estabas? tengo ganas de que folles otra ves.


Marius la tomo entre sus brazos, beso con asia sus senos, mordio sus pezones que rapidamente se pusieron erectos, bajo su mano por su vientre hasta llegar a su maravillosa vagina que emanaba liquidos de placer. Volteo levemente hacia la mesa de mezquite apolillada por los años y vio el resto de ese porro que fumo al amacer.



Joder porro!! casi me matas.


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