Primer encuentro

Era 27 de marzo del jodido 2011, año en que la vida decidió jugar conmigo. Era un día como hoy, pero era domingo.

El motor del viejo mustang rugía por las calles de la ciudad, con los ojos irritados por el humo y los gases de la mala combustión llegue al lugar. El termómetro estaba apunto de reventar. Había una larga fila de autos corroídos esperando acceder a ese ridículo evento de chatarras pintadas. Conducir una hora respirando gases de motor, consumiendo litros y litros de combustible y pagar un acceso carísimo para recibir un gracias por participar si que era cosa de fanáticos idiotas.

Era 27 de marzo del jodido 2011. El ruido y la bulla taladraban el cerebro, todo simulaba un corral lleno de animales con sus juguetes, machitos ebrios luciendo sus laminas pintadas. Todo me era indiferente pero era un puto domingo, los domingos , o se vuelve rata de iglesia sodomisada por los curas o se opta por la mediocridad y beber alcohol hasta la inconsciencia, opte por lo ultimo como era de esperarce.

La lamina pintada de Roberto entro al lugar. Un par de plataformas de bailarina exótica pisaron el aspero concreto al descender de aquel antiguo vehículo, sobre ellas, unas enormes piernas torneadas por las horas de martirio en los gimnasios, unas caderas de ninfa griega, torso espectacular y senos de tentación, labios carnosos y cabellos como serpentinas. La tal ella había llegado. Era un 27 de marzo del jodido 2011.

La muchedumbre guardo silencio al sentir la presencia de la tal ella. Corrían y se acercaban para admirarla, las mentes volaban en escenas porno e instintos animales, la tal ella estaba habituada a eso pero algo la desconcertó, había alguien que no prestaba atención, alguien que se mostraba indiferente ante tal mujer, las miradas se cruzaron, unas llenas de virtud y otras llenas de misterio, tristeza y furia se mezclaban en unos ojos. La tal ella vio algo en lo profundo de esa mirada y ese 27 de marzo del jodido 2011 la vida cambio.

Ambos ignorabamos lo que vendria...